Por Mike Talavera
El miércoles por la noche, la ciudad de Austin se reveló como un enemigo del pueblo cuando el personal de la ciudad, de inmediato, llamó a la policía en respuesta a los miembros de la comunidad de Riverside, liderados por la organización revolucionaria Defend Our Hoodz – Defiende El Barrio (DOH), que asistieron a una reunión de la ciudad para protestar el último movimiento de los promotores para gentrificar el área de East Riverside. Siete manifestantes fueron arrestados.
En un comunicado compartido en sus redes sociales, DOH dijo que el personal de la ciudad llamó a la policía: “en vez de escuchar la indignación justificada de personas que están cansadas de que los promotores obtengan estrados y plataformas sin objeción que ellos usan para impulsar proyectos de lujo que nos desplazan. La Ciudad de Austin protege a los promotores, pero detiene a miembros de la comunidad que se oponen a ellos. ”
Presidium Group, los promotores que pidieron una solicitud de rezonificación hace un año para comprar los apartamentos Ballpark, Town Lake y Quad en el sureste de Austin, han presentado una propuesta para extender Lakeshore Blvd desde su intersección con la calle Pleasant Valley hasta el Parque Roy G. Guerrero. Como parte de su revisión de la propuesta, el Departamento de Planificación y Zonificación de la ciudad programó una reunión de “sugerencias de la comunidad” en el Museo George Washington Carver en 1165 Angelina St, al otro lado de Austin desde el área de Riverside.
La ciudad no tardó en mostrar que no le interesa realmente la participación de la comunidad tan pronto como docenas de activistas y simpatizantes descendieron al escenario del auditorio con pancartas que decían: “No Domain on Riverside! ¡Únete a la Lucha!” y “Combat Gentrification! No Surrender in Our Hoodz!” (¡Combate la gentrificación! ¡Jamás nos rendiremos nuestros barrios!). Un empleado de la ciudad, Jerry Rusthoven, amenazó con llamar a la policía si la reunión no se podría llevar a cabo de manera “civil.” Minutos después, regresó al micrófono para decir que “tenemos personas en camino para ocuparse de esto.”
En la mayoría de sus casos de zonificación, la ciudad encauza la resistencia de la comunidad en contra de un proyecto hacia un discurso “civilizado” en donde la gente está obligada a respetar y escuchar lo que tenga que decir los mismos promotores quienes despiadadamente y sin descanso han aburguesado East Austin por décadas. Cuando una organización revolucionaria como el DOH toma una posición y se niega a dialogar con los enemigos de Riverside, se revela la base de este proceso “civilizado”: la represión policial.
Pese al anuncio de que habían llamado a la policía, los manifestantes se mantuvieron firmes en el frente del auditorio. Algunos guardias del museo intentaban echar del auditorio los manifestantes, cuando de repente una joven mujer dijo: “¡Soy una residente del Riverside! ¿Van a decirme que no puedo estar aquí para defender a mi comunidad?” Su desafío fue recibido con vítores y aplausos por la multitud.
El abogado de Presidium Group, Michael Whellan (a quien los manifestantes le habían tirado serpientes de goma en el pasado), se sentaba en la primera fila del auditorio y fue seleccionado por activistas que comenzaron el canto: “¡Michael Whellan vuelve a casa!”, y con entusiasmo la multitud se unió al canto.
Hubo un momento en que los activistas reformistas Susana Almanza y Daniel Llanes se unieron al DOH para abuchear a la ciudad y a los promotores. DOH ha criticado a Almanza en el pasado por su papel en el desplazamiento de los parques de casas móviles Cactus Rose y Thrasher Lane, una posición que ha experimentado varios intentos por ella y sus círculos de ONG (organizaciones no gubernamentales) de buscar la desacreditación de DOH en distintos ámbitos. Este miércoles por la noche, Almanza y Daniel Lanes irónicamente parecían seguir el ejemplo del DOH y participar en las tácticas militantes que han tenido éxito en la lucha contra el Domain On Riverside.
Alrededor de veinte minutos después de que fueron llamados, varios agentes de policía entraron por la entrada lateral del auditorio, y no perdieron mucho tiempo en poner a las personas en esposas. Cuando la policía intentó alejar a los manifestantes del escenario, varios se mantuvieron firmes y, entonces, fueron detenidos. La multitud estaba sin ninguna duda contra la intervención policial, con los miembros de la audiencia abucheando y cantando “¡Déjalos ir!”
Algunos miembros de la audiencia se levantaron y salieron del auditorio con el DOH cuando ellos se iban a donde estaban detenidos los manifestantes arrestados. La multitud reprendió a las policías, gritando: “¡Condominios y policías fuera de nuestros barrios!” En respuesta, la policía procedió a detener a algunos manifestantes más. Al contrario de otros medios de comunicación que dicen que no había violencia, es violencia cuandoquiera que la policía incapacita a los miembros de la comunidad por expresarse, así como la gentrificación que el pueblo está en contra de es la clase dominante desplazando violentamente a las masas oprimidas. Además, una mujer fue acosada por varios policías y gritó mientras la tiraban al suelo.
Cuando aparecieron más coches de policía, la multitud regresó lentamente a la acera y luego se encaminó al frente del museo, donde los activistas dieron discursos que detallan la historia de la lucha contra el Presidium Group. Los oradores describieron los trasfondos turbios de ejecutivos del Presidium como David Wallace, los exitosos esfuerzos del DOH por posponer para siempre la solicitud de rezonificación del Presidium y la victoria contra el ardid de “artwashing” financiado por el Presidium y denominado el “Riverside Arts District”.
Dentro del auditorio, el empleado de la ciudad Scott Grantham, cuya oficina había sido emboscada por el DOH en el pasado para resaltar la colaboración de la ciudad con promotores, trató de adelantarse la reunión. “Este es el proceso. Y de nuevo, algunos de ustedes están muy familiarizados con esto, pero para algunas personas esta podría ser la primera vez que se encuentran con el proceso.”
El proceso puede haber sido familiar para algunos, pero la aplicación violenta del proceso había agitado a toda la multitud, y nada de lo que dijo Grantham podía deshacer el uso de la policía por parte de la ciudad para reprimir la disidencia. Los miembros de la audiencia que habían permanecido en el interior dijeron al Incendiary que los empleados de la ciudad y Whellan estaban “confundidos” de manera perceptible y parecían “asustados” por el resto de la reunión. Nuestras fuentes informaron que los que estaban en el escenario no proporcionaron ninguna respuesta significativa a las preguntas de la audiencia y que el aire de rebeldía que DOH infundió al salón seguía persistiendo.
Una vez concluida la reunión, Rusthoven, Grantham y otros empleados de la ciudad partieron por un lado del edificio y caminaron por la acera hacia sus autos. La manifestación del DOH en el frente del edificio, que todavía estaba fuerte, los vio y cruzó la calle para interceptarlos. Cuando los empleados se metieron de prisa a un coche, la multitud del DOH rodeaba el vehículo, gritándole a los representantes de la ciudad que habían elegido sin lugar a dudas el lado de los promotores en contra de la comunidad. Rusthoven salió del coche y saludó con la mano a la policía que se encontraba parada en la entrada del museo. La multitud se vio obligada a moverse hacia la acera mientras los empleados de la ciudad se alejaban, su vergonzosa postura contra Riverside una vez más custodiada por la policía.
El recrudecimiento de violencia por parte de la ciudad, provocado por su alojamiento de los planes de Presidium Group, se encontró con una escalada paralela de resistencia por parte del pueblo. La demostración abierta de la fuerza represiva policial dirigida a quienes luchan contra la gentrificación enfureció y agitó tanto a los asistentes como a los que miraban en vivo a través de las redes sociales. Cuanto más la ciudad reprime la resistencia, más revela su función como sirviente de la clase dominante y aleja a las personas de su proceso “civil” falso. Con cada persona arrestada, una docena más se unen a la lucha, y el movimiento anti-gentrificación crece.
Incendiary aplaude la valentía de los activistas y simpatizantes que tomaron una postura en contra de sus opresores, y les pedimos a nuestros lectores que donen al fondo legal para los detenidos.